Como
todos los años para estas fechas, la ONG Luchemos por la Vida acaba de arrojar sus cifras de muertes viales para el año anterior, en este caso las del 2011.
Más
prudente con lo datos, el Instituto de Seguridad y Educación Vial(ISEV), también se ha manifestado públicamente, pero como lo hace desde
el 2006, no expone más cifras absolutas, ( ver nota de Kollman citada más
abajo) sino que presenta tendencias que sí puede graficar.
En relación al año
pasado señala una disminución en los
tres índices de siniestralidad, y pondera que en “el año 2011 se evitaron perder más de 2.800
vidas respecto a las que se perdieron en el año 2010”. El ISEV
advierte una tendencia a la disminución de decesos en hechos de tránsito,
mientras que Luchemos afirma que no hay cambios al respecto. Por algún
motivo, año tras año, las cifras de esta ONG pueblan los comentarios de todos
los medios del país, y los periodistas, con muy pocas excepciones, tienden a
reproducirlos como si se tratara de una fuente de información confiable.
El
problema es que en materia de estadísticas viales no hay todavía un sistema de recolección de datos, desde el
lugar del hecho en adelante. En la Argentina existen sí datos parciales a nivel
nacional y provincial, como los que proporciona, la Dirección Nacional del Observatorio Vial que depende de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Los cuadros, informes
y el mapa digital reportan solo las víctimas fatales en el lugar del hecho,
porque todavía no se han podido desarrollar sistemas para uniformar y validar
la información que tiene el SAME y los Hospitales. Aún con estas limitaciones
propias de un trabajo serio pero inicial, pues el Observatorio tiene apenas un
par de años, los datos expuestos son fidedignos, entre otras razones, porque
admiten el monitoreo de especialistas en la materia. Y estos son los datos que
nos permiten elaborar proyectos de lucha contra el flagelo vial.
Para
leer un abordaje periodístico que describe bien el juego de intereses que se
mueven en la Argentina en torno de las estadísticas de siniestros de tránsito, recomendamos la nota del periodista Raúl Kollman, escrita en el año 2005. Pasaron más de 6 años, y entre otras cosas, lo nuevo ha sido la puesta
en marcha de una política nacional de seguridad vial, pero las observaciones
que vierte la nota siguen vigentes.
Tan vigentes como que el gobierno de la provincia de Santa Fe acaba de hacer
punta para criticar las cifras de víctimas viales fatales que le adjudica Luchemos por la Vida. En ese relevamiento, Santa Fe se volvió a ubicar
en segundo lugar después de Buenos Aires con 626 muertes. En el 2010 habría
sido de 653 según la ONG. La entidad advierte
en su portal que Las cifras utilizadas son las últimas disponibles
(oficiales, de origen policial o municipal, la mayoría), actualizadas. Como la
gran mayoría de las cifras originales sólo computan los muertos en el momento
del accidente, las mismas también han sido corregidas según índices
internacionalmente aceptados, [subrayado nuestro] a fin de permitir una
apreciación, estudio y comparación seria de la mortalidad en la accidentología
vial argentina.
Los índices a los que se refiere Luchemos…tienen que ver con un
factor de corrección que estableció la Organización
Mundial de la Salud y que es del 33 por ciento. Sobre el total de muertes registradas en el lugar del hecho debe agregársele
este 33 por ciento, que es la cantidad de víctimas que estadísticamente muere
dentro de los 30 días en los hospitales.
Aquí salta una contradicción enorme como las que
plantea Kollman en la controversia de 2005. En efecto, si el Observatorio relevó para Santa Fe, 358
muertes viales en 2010 y se aplica el factor de corrección admitido, resulta imposible
llegar a la cifra de Luchemos…, que representa un 82% más
del número de víctimas fatales en el lugar. ¿Es posible entonces que la ONG
sobre estime el número de víctimas en la provincia de Santa Fe? Eso piensan sus
autoridades que han prometido a la opinión pública brindar en breve sus cifras
oficiales.
Mientras tanto, en la provincia de Córdoba podría
estar ocurriendo lo contrario. ¿Acaso Luchemos por la Vida no está subestimando el número de víctimas fatales de
la provincia mediterránea? Porque resulta sorprendente que el Observatorio releve 505 víctimas
fatales en 2010 y la ONG asigne cómo cifra final, 541, o sea, apenas un 7% más,
¿cuál es el factor de corrección aplicado aquí?
Para los familiares de víctimas
de tránsito no se trata solamente de números en una estadística. En cada caso
se trata de nuestros seres queridos a quienes recordamos siempre y por quienes
exigimos, a todas las personas que luchan a nuestro lado contra el
flagelo vial, que tomen en consideración la necesaria probidad.
Nobleza obliga: Reproduzco a continuación mi respuesta al artículo de Raúl Kollman.
ResponderEliminarCOMO ESCONDER LOS MUERTOS BAJO LA ALFOMBRA
https://www.facebook.com/note.php?note_id=254149291321916
Dr. Eduardo Bertotti
Director ISEV