UN ACCIDENTE NO SIEMPRE ES UN ACCIDENTE... Conducir alcoholizado...NO ES UN ACCIDENTE...Violar la prioridad de paso peatonal...NO ES UN ACCIDENTE...Superar la velocidad permitida... NO ES UN ACCIDENTE...Violar la luz roja.... NO ES UN ACCIDENTE...Burlar las leyes de tránsito...NO ES UN ACCIDENTE...Un accidente CASI NUNCA es un accidente...



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Nuestra Asociación tiene como objetivo realizar acciones con prácticas sustentables que reduzcan la inseguridad vial y las violencias conexas a ella. Queremos motivar la toma de conciencia ciudadana e impulsar una agenda de prioridades en los órganos de decisión pública.

viernes, 27 de enero de 2012

Seguridad peatonal, una comparación entre Canadá y la Argentina


En nota periodística con Radio Canada Internacional, para el programa Canada en las Américas, se puede escuchar una primera aproximación a la seguridad peatonal en Canadá y la Argentina. El informe se publicará en el próximo mes de febrero

sábado, 21 de enero de 2012

¿Dónde aumenta el riesgo vial?, las cifras porteñas



¿Cuál es el talón de Aquiles para el uso seguro de las redes urbanas de tráfico? La respuesta la puede dar cualquier transeúnte de Montreal, de Nueva York, Montevideo, Buenos Aires, o cualquier otra ciudad del mundo, y la respuesta implica también a todas las ciudades argentinas. La respuesta la puede dar también cualquier conductor de vehículo motorizado, que intuye o sabe, igual que el peatón o ciclista, que el riesgo vial aumenta cuando tiene que cruzar una intersección poblada de otros usuarios motorizados. Entre las propuestas más ingeniosas para denunciar el problema, está la del austríaco, Hermann Knoflacher, ingeniero en transportes, que ya en 1975 imaginó "la marchamobil" para denunciar el abuso automotor sobre los peatones.

 
Por eso mismo es que una de las primeras cuestiones que las autoridades abordan en cualquier plan de seguridad urbana peatonal es qué porcentaje representa el tránsito vehicular sobre el conjunto del tráfico en la zona en la que se espera intervenir. 

Por ejemplo, en la ciudad de Montreal (Quebec-Canadá), las autoridades siguen a pie juntillas la recomendación del Departamento de Salud Pública que encontró que el número de vehículos en circulación es el factor que tiene mayor incidencia en la determinación del número de colisiones que sufren los peatones y los ciclistas. Por eso dónde pueden, reducen el número de vehículos que utilizan calles residenciales para ir al centro, y los redistribuyen en las grandes avenidas, pero además mantienen funcionando el transporte público, buses y subte, toda la noche.

En Buenos Aires, este criterio no es desconocido por las autoridades. En todo caso faltan más medidas para implementarlo con todas sus consecuencias. Pero, por ejemplo, el actual plan para el micro centro con más peatonales y mejor señalización es obviamente una respuesta aplicada al reconocimiento del problema que visibilizan las cifras de las planillas (REN) de la Dirección de Estadística Vial del Ministerio del Interior, para el Observatorio Vial, y que las autoridades de la Dirección de Seguridad Vial de la Ciudad entregan para la estadística oficial. 

El mayor riesgo vial en el medio urbano, surge de la relación entre el volumen de la circulación motorizada y el número y el uso de las intersecciones. Y cuando analizamos la ciudad de Buenos Aires, advertimos que esta relación tiene también su terrible correlato. En el año 2010, sobre el total de hechos de transito producidos, en números 9.239, (con víctimas fatales y lesionadas), nada menos que 7.398, se produjeron en intersecciones. Es decir que el 80% de los hechos de tránsito implicaron los cruces de avenidas y/o calles. 
Que el impacto es absolutamente desigual entre peatones y usuarios motorizados (conductores y pasajeros) también se observa en las cifras. En 2010, sobre un total de 104 víctimas fatales, 44 fueron peatones, y sobre un total de 9833 lesionados, 2591 fueron peatones, o sea más del 26% de los heridos. Cómo sobrevivieron a las heridas sufridas por el brutal impacto de un vehículo en movimiento, no lo sabemos. 

No está de más recordar la vulnerabilidad absoluta de los peatones que no tienen manera de prevenir traumatismos durante el choque, como sí lo hace, y cada vez, más, la industria automotriz, con los sistemas que instala dentro de sus unidades: cinturones de seguridad, y más recientemente los airbag o bolsas de aire, entre los más modernos objetos protectores contra choque.

miércoles, 18 de enero de 2012

ESTADISTICAS VIALES EN LA ARGENTINA: UNA CUESTION DE PROBIDAD

Como todos los años para estas fechas, la ONG Luchemos por la Vida  acaba de arrojar sus cifras de muertes viales para el año anterior, en este caso las del 2011.  

Más prudente con lo datos, el Instituto de Seguridad y Educación Vial(ISEV), también se ha manifestado públicamente, pero como lo hace desde el 2006, no expone más cifras absolutas, ( ver nota de Kollman citada más abajo) sino que presenta tendencias que sí puede graficar. 

En relación al año pasado señala una disminución en los tres índices de siniestralidad, y pondera que en “el año 2011 se evitaron perder más de 2.800 vidas respecto a las que se perdieron en el año 2010”. El ISEV advierte una tendencia a la disminución de decesos en hechos de tránsito, mientras que Luchemos afirma que no hay cambios al respecto. Por algún motivo, año tras año, las cifras de esta ONG pueblan los comentarios de todos los medios del país, y los periodistas, con muy pocas excepciones, tienden a reproducirlos como si se tratara de una fuente de información confiable.

El problema es que en materia de estadísticas viales no hay todavía un sistema de recolección de datos, desde el lugar del hecho en adelante. En la Argentina existen sí datos parciales a nivel nacional y provincial, como los que proporciona, la Dirección Nacional del Observatorio Vial  que depende de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Los cuadros, informes y el mapa digital reportan solo las víctimas fatales en el lugar del hecho, porque todavía no se han podido desarrollar sistemas para uniformar y validar la información que tiene el SAME y los Hospitales. Aún con estas limitaciones propias de un trabajo serio pero inicial, pues el Observatorio tiene apenas un par de años, los datos expuestos son fidedignos, entre otras razones, porque admiten el monitoreo de especialistas en la materia. Y estos son los datos que nos permiten elaborar proyectos de lucha contra el flagelo vial.

Para leer un abordaje periodístico que describe bien el juego de intereses que se mueven en la Argentina en torno de las estadísticas de siniestros de tránsito,  recomendamos la nota del periodista Raúl Kollman, escrita en el año 2005. Pasaron más de 6 años, y entre otras cosas, lo nuevo ha sido la puesta en marcha de una política nacional de seguridad vial, pero las observaciones que vierte la nota siguen vigentes. 

Tan vigentes como que el gobierno de la provincia de Santa Fe acaba de hacer punta para criticar las cifras de víctimas viales fatales que le adjudica Luchemos por la Vida. En ese relevamiento, Santa Fe se volvió a ubicar en segundo lugar después de Buenos Aires con 626 muertes. En el 2010 habría sido de 653 según la ONG. La entidad advierte  en su portal que Las cifras utilizadas son las últimas disponibles (oficiales, de origen policial o municipal, la mayoría), actualizadas. Como la gran mayoría de las cifras originales sólo computan los muertos en el momento del accidente, las mismas también han sido corregidas según índices internacionalmente aceptados, [subrayado nuestro] a fin de permitir una apreciación, estudio y comparación seria de la mortalidad en la accidentología vial argentina.

Los índices a los que se refiere Luchemos…tienen que ver con un factor de corrección que estableció la Organización Mundial de la Salud y que es del 33 por ciento.  Sobre el total de muertes  registradas en el lugar del hecho debe agregársele este 33 por ciento, que es la cantidad de víctimas que estadísticamente muere dentro de los 30 días en los hospitales. 

Aquí salta una contradicción enorme como las que plantea Kollman en la controversia de 2005. En efecto, si el Observatorio relevó para Santa Fe, 358 muertes viales en 2010 y se aplica el factor de corrección admitido, resulta imposible llegar a la cifra de Luchemos…, que representa un 82% más del número de víctimas fatales en el lugar. ¿Es posible entonces que la ONG sobre estime el número de víctimas en la provincia de Santa Fe? Eso piensan sus autoridades que han prometido a la opinión pública brindar en breve sus cifras oficiales. 

Mientras tanto, en la provincia de Córdoba podría estar ocurriendo lo contrario. ¿Acaso Luchemos por la Vida no está subestimando el número de víctimas fatales de la provincia mediterránea? Porque resulta sorprendente que el Observatorio releve 505 víctimas fatales en 2010 y la ONG asigne cómo cifra final, 541, o sea, apenas un 7% más, ¿cuál es el factor de corrección aplicado aquí?

Para los familiares de víctimas de tránsito no se trata solamente de números en una estadística. En cada caso se trata de nuestros seres queridos a quienes recordamos siempre y por quienes exigimos, a todas las personas que luchan a nuestro lado contra el flagelo vial, que tomen en consideración la necesaria probidad.