Desde el sábado
7 de julio, el cartel más grande de Sudamérica luce ostensible en la esquina
más emblemática de Buenos Aires. Sus defensores se muestran orgullosos de esta “hazaña”
compartida con la empresa Coca Cola.
“La
idea es que esta zona sea como Times Square de Nueva York o el Picadilly, de
Londres. Quizá la noche de fin de año nos encuentre reunidos celebrando un gran
evento en este lugar, con las pantallas y el Obelisco de fondo”, ha expresado un alto funcionario del gobierno porteño. Inclusive anticipó que distintas ONGs podrán usar la pantalla como canal para difundir sus
misiones, una indudable deferencia de la empresa Coca Cola.
ACTIVVAS,
dedicada a luchar contra la inseguridad Vial, no podrá aceptar semejante convite.
Consideramos,
que así como están las cosas, la inmensa pantalla led suma riesgo vial, pues la
zona es una de las intersecciones más importantes de la Ciudad, colectora del
tránsito norte-sur, sobre la ancha avenida 9 de Julio que tiene varios carriles
de circulación, y que por cierto, es un punto, un tramo de vía, de recurrente
siniestralidad vial.
Disentimos
con el ministro de Espacio Público, Diego Santilli, cuando asocia el Obelisco a
Times Square de Nueva York, porque allá, en los últimos años los planificadores de tránsito del Departamento
de Transporte de la ciudad urgidos por el
alcalde Mike Bloomberg, transformaron la zona, en un espacio peatonal y han
eliminado totalmente el tránsito vehicular en secciones de Times y Herald
Squares. “La avenida Broadway es ahora, principalmente, una calle de barrio” declaró
hace dos años, orgulloso, un importante funcionario de transporte. Y el mismo
Bloomberg enfatizó: “No se trata únicamente del tránsito, las
muertes de peatones han disminuido de manera espectacular en la zona
designada”.
Dos notas que amplían
la perspectiva.
BLOOMBERG:
El Alcalde de Nueva York, Michael
Bloomberg, tiene un nuevo argumento para validar su plan de limitar
considerablemente el tránsito automotor en Broadway, entre Columbus Circle
(calle 59) y Herald Square (23), después de escuchar críticas contradictorias, desde
que aceleraría el tránsito hasta que lo convertiría en un caracol aún más
adormilado que en la actualidad.
Bloomberg declaró ayer que no para él
lo importante no era si el tránsito era mejor o peor tras la transformación de la Gran
Vía Blanca en la Gran Senda Blanca.
Pero afirmó, con estadísticas que
corroboraban sus declaraciones, que el número de muertes viales ha disminuido.
“No se trata únicamente del tránsito, las muertes de peatones han disminuido de
manera espectacular en la zona designada”. Afirmó Bloomberg. “Y, sobre todo, no
entiendo cómo puede usted equiparar algunas vidas con algunos minutos más de
inconveniencia para el conductor” le contestó a un periodista hostil al plan.
New York Post, 3/2/2010
Broadway, sin
autos pero con muchos peatones
Es la avenida más
famosa de Manhattan, conocida en todo el mundo por sus marquesinas teatrales e
inmensos carteles publicitarios. Simboliza las aspiraciones y el extraordinario
y osado dinamismo de Nueva York.
Pero bajo la
administración del alcalde Mike Bloomberg, Broadway se ha transformado. De ser
uno de los paseos en automóvil más espectaculares de la ciudad, se ha
convertido en una calle angosta, para los vehículos, muy poco más ancha que una
calle adormilada de Greenwich Village.
En dos años,
alrededor de seis kilómetros de los carriles preexistentes han desaparecido,
casi la mitad del total entre Columbus Circle y Union Square, y en algunos
puntos la circulación de automotores ha disminuido en un 33 por ciento. Además,
se esfumaron decenas de espacios de estacionamiento, sustituidos por senderos
para bicicletas y zonas de esparcimiento y circulación para peatones. Por
primera vez en la historia moderna de NY, Broadway ha dejado de ser un corredor
ininterrumpido del norte (Bronx) al sur de la isla (Battery).
La metamorfosis continúa
desde el año pasado, cuando la ciudad suprimió dos de los carriles restantes en
las cinco cuadras al norte de la calle 18, cerca de Union Square. Y, para el
otoño próximo, el tramo anteriormente frenético de Broadway entre la calle 33 y
la 17 se reducirá a un solo carril para
automotores.
El gobierno de la
ciudad estudia otras expansiones posibles del espacio peatonal a lo largo del
corredor, aunque por el momento no se contempla la posibilidad de suprimir
totalmente la circulación de vehículos.
Los cambios, quizá
los más rápidos en la historia vial de Nueva York, han transformado la Gran Vía Blanca en un lugar mucho más
agradable para peatones y ciclistas, convirtiéndola en un microcosmos de un
plan aún más ambicioso, a saber, modificar el espacio vial tradicionalmente
reservado a los automotores. Los
responsables de transporte dicen que los accidentes han disminuido y que las
avenidas contiguas están menos congestionadas.
“Es como una cinta
verde que va de la calle 59 a la 14,” comenta Janette Sadik-Khan, comisionada de transporte de la ciudad. “El tráfico es más fluido, hay muchos menos
accidentes y muertes viales y albergamos a miles de peatones más.”
Pero muchos
conductores siguen siendo hostiles a lo que, para algunos, equivale a la
desactivación tácita de Broadway como una de las principales avenidas de la
ciudad. Por ello, cada vez más los automovilistas tienden a evitarla. En
comparación con el año pasado, el número de vehículos que circulan por Broadway
entre Columbus Circle y Times Square disminuyó en un 25 por ciento, afirma la
Ciudad. Y, en la hora pico matutina, el tráfico por Broadway que atraviesa la
calle 23 decreció en un 30 por ciento desde 2008.
Los planificadores
de tránsito del Departamento de Transporte de la ciudad afirman que la
disminución del tráfico en Broadway es, de hecho, un signo de éxito, y observan
que las intersecciones con otras avenidas, en tres sentidos diferentes,
provocan embotellamientos. “El Alcalde nos pidió que estudiáramos cómo
desenmarañar el nudo Gordiano del tránsito en el centro de la ciudad” dice la
Sra. Sadik-Khan. “Por lo que estamos transformando la red, para que funcione
como corresponde.”
Y los funcionarios
municipales reivindican la función adecuada que, en su opinion, debe tener Broadway
para el tránsito vehicular en el centro de Manhattan. “Broadway es ahora,
principalmente, una calle de barrio” dice Ryan Russo, comisionado adjunto de
transporte.
Gran parte de la
atención del público con respecto a los cambios introducidos en Broadway se
centra en un aspecto: las plazas peatonales que han eliminado totalmente el tránsito
vehicular en secciones de Times y Herald Squares, creando parques de cemento al
aire libre en el centro de Manhattan, engalanados con muebles de playa de
colores alegres.
Con discreción, y paulatinamente,
la ciudad fue eliminando carriles viales, ampliando las veredas y colocando espacios
de estacionamiento en el centro de la avenida. Así, los peatones pueden
sentarse, conversar y cenar mientras los automóviles circulan, lo que ha
concitado elogios de los comerciantes locales (muy hostiles inicialmente al
proyecto), que destacan las mejoras estéticas en una vía que en el pasado vivía
colapsada por el tránsito.
“Hacemos las cosas
de a poco y, con el tiempo, se percibe el cambio” dice Jeffrey Zupan, jefe de transporte
de la Regional Plan Association. “La nueva configuración le da a la gente
una sensación diferente al circular por la ciudad. El peatón ya no se siente un
ciudadano de segunda clase, que tiene que estar siempre alerta para evitar ser
atropellado.”
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