GACETILLA
SE
CONOCERÁ HOY LA SENTENCIA EN EL JUICIO CONTRA EL CAMIONERO ACUSADO DE EMBESTIR
UN AUTO Y MATAR A SUS DOS OCUPANTES, UN PADRE CON SU HIJO.
Concluida
la etapa de alegatos el 28 de febrero pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal y
Correccional Nº20, integrado por los jueces Patricia Mallo, Sabrina Namer,
y Pablo Laufer, darán a conocer, hoy a las 11, la sentencia contra
el imputado Juan José Asmundo, quien el 19 de septiembre de 2016, en estado de
ebriedad y a alta velocidad, pasó un semáforo en rojo y embistió el vehículo en
el que se encontraban Adolfo y Thomas Carballo.
El luctuoso episodio se produjo en la intersección de Tinogasta e
Irigoyen en el barrio porteño de Villa Real. El camión arrastró
cuarenta metros al vehículo, que quedó sobre la calle Irigoyen al 2243. Adolfo
murió en el momento mientras que su hijo falleció camino al hospital Vélez
Sarsfield.
En
relación con las penas solicitadas, el fiscal general Carlos Gamallo, pidió 12
años con la tipificación de doble homicidio simple con dolo eventual, mientras
que la defensa del imputado -con la tipificación de la culpa- pidió o la
inimputalidad de su representado, o la pena mínima de 2 años.
En el
marco del juicio, ACTIVVAS, Asociación Civil contra la Violencia Vial, junto
con la asociación Usina de Justicia, actúan bajo la figura de “Amicus
Curiae” (amigo de la Corte o amigo del Tribunal),
petición que fue requerida y aceptada oportunamente.
Cómo
fueron los hechos:
El 18 de
septiembre de 2016, Juan José Asmundo, de 36 años, manejaba su camión Freeline
por la calle Irigoyen en dirección a la avenida General Paz, en Villa Real.
Según el requerimiento de elevación a juicio, realizado por el fiscal Marcelo
Roma, lo hacía a “alta velocidad, cruzando semáforos en rojo y habiendo
ingerido alcohol previamente”. Cerca de las 22.40, al atravesar la calle
Tinogasta, Asmundo embistió el automóvil Volkswagen Bora donde viajaban Adolfo
Carballo y su hijo Thomas, de 17 años, quienes tenían la luz verde para cruzar.
El camión arrastró cuarenta metros el vehículo, que quedo sobre la calle
Irigoyen al 2243. Adolfo murió en el momento mientras que su hijo falleció
camino al hospital Vélez Sarsfield.
AMICUS
CURIAE:
"ACTIVVAS
y Usina de Justicia, pidieron a los magistrados:
Estamos
presentes frente a este Tribunal porque la Vida Vale, es un bien absoluto,
nuestro valor más preciado, nuestro principal derecho humano porque somos seres
libres y responsables de cumplir con su sagrado deber de cuidado.
Adolfo y
Thomas no están ausentes por propia voluntad en esta Sala de Audiencias.
Sufrieron una muerte violenta, traumática, que no propiciaron de ninguna
manera. Padre e hijo fueron arrancados violentamente de sus vidas.
Víctimas inocentes, ausentes a perpetuidad, no pudieron defenderse del mal que
les hizo el imputado y no pueden alzar su voz ante este Tribunal de Juicio.
Pero
ustedes que son jueces, si pueden oírlos. Los cuerpos destrozados de Adolfo y
de Thomas hablan, al igual que hablaron los testigos de la violenta embestida
que produjo el imputado.
Sus
familias vivirán con el dolor de sus muertes para siempre y como la vida
siempre se honra, los recordarán con amor, memoria y verdad. pero están aquí
para pedir justicia.
Pero
están aquí para pedir justicia porque es el último derecho humano que les queda
a las víctimas.
Estamos
convencidos que el perdón, el arrepentimiento, son nociones éticas y hasta
religiosas que acontecen en la intimidad de la conciencia. Pero de los jueces
se espera administrar justicia y ofrecer a la sociedad una sentencia
útil."